De eso vivimos últimamente por aquí.
De que nos caiga un regalo.
Cuando más desesperada parece la cosa, cuando incluso algunos locos se compran zapatillas para correr (de duración limitada) y otros empiezan a practicar deportes frikis frikis... entonces... nos cae un regalo. En este caso un regalazo.
Como siempre, El Ansia hizo de las suyas y las pocas fotos que disparé las hice en 5 minutos y sin esperar a la serie gorda. Además no active el RAW ni subí la resolución. En fin, ¿quién puede pensar en ese tipo de nimiedades, cuando Señora Derechona te llama con cánticos embriagadores después de semanas de castidad acuática?
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