lunes, 12 de abril de 2010

fetching primavera




Como siempre que llega esta época la carretera se pone cuesta abajo, la sangre circula de forma explosiva y la vida se torna en una corriente imparable que te inunda: No hay tiempo para la reflexión si la acción se lo come todo.



No hay mayor corriente que la que se produce cuando atraviesas ese rio de una sola orilla camino de nuestro pico favorito. No hay mayor felicidad que apurar la ola hasta el final aún a sabiendas de que te tocará volver caminando por la playa.


foto: juanjín

Están las playas de siempre y las nuevas. Las de siempre estan bien porque te conocen y tu las conoces a ellas. Las nuevas están también muy bien porque no hay mejor sensación que probar una ola por primera vez. O vislumbrar ese nuevo paisaje desde dentro. O sufrir al no saber si hay fondo suficiente o no, o si será de roca o de arena.


foto: The Child

A las nuevas playas solo se llega viajando. Aunque simplemente el viaje consista en aparcar un poco mas allá de lo que lo hiciste la vez anterior. Hay tres millones doscientos once motivos para viajar. Regatear puede ser uno de ellos. Basta cualquier excusa para ponerse en movimiento.


foto: http://windmarazul.blogspot.com/

El movimiento de una ola no es mas que una onda mecánica superficial. Tu movimiento en una ola intenta parecerse a esa onda pero impredeciblemente cada ola la coges de forma completamente distinta a las demás. Lo primero no es mas que el límite entre la atmósfera y el oceáno. Lo segundo es el auténtico límite entre ti y todo lo demás.



Y después están las hijas. Ay la hijas. Felicidades Pepico.



foto: Ka

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