A veces, me gusta que el tiempo se pare. La frenética búsqueda de olas, vientos y diseños cada vez más radicales puede producir en una mente equilibrada estragos varios. Un largo periodo sin navegar, y algo en mi interior empieza a manar. Es algo puro e inmaculado. Es la necesidad de tener contacto con mi naturaleza y mis orígenes.
Recuerdos, sensaciones casi olvidadas, e imágenes en blanco y negro me llevan a una dimensión que creía haberla soñado.
Rebuscando en mi interior conseguí parar el tiempo durante un buen rato.
Lo que me devolvió a la cruda realidad fueron 25 kg de tabla, 3 nudos de viento, una botavara insufrible y un antideslizante inexistente
1 comentario:
"una mente equilibrada"... venga ya! jejejej...
great post, Mr Serrano...
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