Creo que es innegable a estas alturas que la cultura surf va camino de convertirse en uno de los ismos esenciales de la expresión humana, por muy dramático que suene esto último y como prueban la colmatación de las playas por hordas ansiosas de alcanzar el tesoro. Mas allá de arquetipos que no hacen sino que corroborar la imbricación de este movimiento con la cultura popular, al igual que ha sucedido con cualquier corriente artística desde el dádá o incluso antes, la versatilidad y permeabilidad de la citada cultura surf sumadas a su poder de fascinación, tanto sobre sus correligionarios como sobre las personas ajenas a la misma, la convierten en catalizador o matriz de los mas diversos gestos estéticos, vivencias personales, objetos-actos revolucionarios y/o, én el peor de los casos, productos estereótipados de la cultura de masas.
Con el fin de cribar la cuantiosa y amorfa nube explosiva de información (o de aumentar la confusión, que tampoco está mal) que se cierne sobre un acto, en si mismo, sencillo y natural: deslizar por las olas, nace este blog. El objetivo así emprendido no es sino, por un lado, plasmar la acción tal cual, a modo de diario y utilizándome a mi mismo y a mi entorno como cobayas de laboratorio, y por otro, rastrear las manifestaciones mas interesantes que vayan surgiendo en este valle de ciberlágrimas.
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