Aún sabiendo que era utópico lo de intentar navegar, y casi igual de dificil pillar olas decentes, decidi jugármela y encaminarme hacia el salvaje Sur. Despues de hacer una pasada por Calblanque y observar la llegada de alguna que otra serie, mas bien pequeñaja, pero suficiente para cogerlas con mi tablón (es lo que tiene el no tener mucho nivel, que casi cualquier cosa sirve), me di cuenta que el susodicho 7'2" lo tenia prestado y que con la 6´6" no iba a ningún lado. Copón. Obligado a sacar algo de provecho de la escapada tiré para el Galúa; poco convencido, sobretodo recordando la penosa sesión del sábado con olas bastante cutres y un tio por centímetro cuadrado.
Al llegar al Galúa me encontré con la estampa clásica de los días que aún sopla el levante: olas con el suficiente tamaño pero muy muy desordenado. Eso si, estaba solo. Aunque fue meterme y automáticamente apareció otro surfer y dos corcheros. Leche. Aún así pille bastantes olas, intentado girar y destrozar el labio (eso es lo que yo imagino, claro), luchando contra las espumas, en fin, pasando un buen rato. Surfer Guiller y su joya (La Jack Barlow) llegarón al rato para unirse al caos, y con ellos fue llegando aún mas gente. Cansado y con prisa me salí del agua y volví a la otra vida.
2 comentarios:
Hola Luicho,
Pues es verdad, el equipo es variado, cambiaré esas iniciales por otra cosa.
La tabla de surf está de camino...
Amigo Luis, efectivamente Sirfly. Osea que tienes un tapado para Centauros wind....
Pasate por mi blog y ves por donde ando.
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