Hay
ciertas cosas que van sucediendo en la vida de cada uno que surgen de repente
sin un motivo claro y que, pasado un tiempo, acaban siendo esenciales a esa
vida, significándolo a uno mismo incluso. Y eso me pasa a mí con la 4SIETE…
Por sexto año
consecutivo, casi 40 regatistas llegados desde los confines peninsulares,
algunos incluso de la propia Murcia, se congregaron a las orillas del Mar Menor
con la ilusión de competir y navegar, navegar y competir, en la edición de este
año. Y no parecía fácil dado el mal pronóstico meteorológico. Aunque como
siempre, estuvimos bendecidos.
Las
inscripciones
Más relajadas de lo
habitual, cosa entendible dada la calma chicha que impregnaba cada rincón de
Los Alcázares. Reunión de patrones, mucha conversación a pie de playa, montaje
de material, red bulls, niños (el CEF poco a poco se va tornando más y más
familiar) y, en general, un bonito de día de playa que la organización torció
con su manifiesta obsesión competidora.
El
slalom sin viento (o con muy poco)
El umbral mínimo de
viento necesario para regatear, fijado en 10 nudos, sirvió de excusa para poner
a prueba a los participantes, que durante los dos primeros días estuvieron una
media de 3-4 horas sufriendo en el agua con vientos suaves de componente sur,
que igual que alcanzaban rachas de 13-14 nudos desfallecían al instante
siguiente bajando hasta los 7 u 8. Una penitencia cruenta que tuvo poco premio,
tan solo 3 mangas terminadas el segundo día. Malditos jueces.
La
barbacoa
Otro clásico
espontáneo de la regata que se basa en las mismas premisas de siempre: buena
cerveza, buena carnaza y buen género humano. Como todos los años la barbacoa
tiene su ganador y estos no podían ser otros que el Joao Níquel y su señora
María Cane. Lástima que los participantes, como buenos deportistas, no
sucumbieran a sus encantos y se fueran a dormir temprano a casa.
El
slalom con viento (y muchas prisas)
Y así llego el
tercer día, con un buen parte de lebeche para la tarde e inmensas ganas de la
flota -y de la organización- de tener un gran día de windsurf al fin. Con
viento suficiente desde antes de lo esperado – llegando a rozar los 20 nudos de
intensidad- y el campo de regatas listo desde temprano, las mangas empezaron a
sucederse sin apenas pausa.
Eliminados los
nervios iniciales, que costaron más de un fuera de línea, la consigna era
intentar sacar 4 eliminatorias completas para que hubiera al menos un descarte,
cosa que se logró apurando el tiempo disponible. Tanto se exprimió el día que
hasta pudieron insertarse dos mangas de féminas para que pudieran tener su
propia clasificación. De hecho, las chicas acabaron pidiendo la hora, dado que
les toco competir en sus mangas y en las mixtas suponiendo un esfuerzo extra.
Entrando en lo
personal, el castellonense Pablo Ania se mostró superior al resto, en clara
pugna con el segundo y tercer clasificado, el catalán Ramón Pastor y el actual
líder del circuito Francisco Perez de Almería. A destacar el incremento de
juveniles, féminas y murcianos en relación a ediciones pasadas.
El
Freestyle
No pudo ser, y es
una pena. Está claro que esta disciplina merece su sitio dentro del CEF, por su
accesibilidad (necesita poco material y puede realizarse en cualquier sitio)
como por servir de lanzadera hacia la competición en olas a los más jóvenes, ya
que el formato y su desarrollo son casi idénticos. Así que es esperable su
inclusión en eventos futuros.
La
entrega
Pues con la tropa
deseando marcharse a casa después de una dura jornada y muchos kilómetros por delante,
la entrega fue rápida. Muchos premios, muchas risas y un trofeo estrella, el
embutido murciano denominado “morcón” que nuestro secretario Xavier Torres
repartió como dádiva milagrosa entre los elegidos. Ya saben a quién tienen que
remitirle las quejas por una mala digestión.
Este año, la
organización también tuvo el detalle de regalar una vela una vez más, y no es
fácil debido a la crisis, siendo el agraciado el local José Ángel Funes.
Los
posibilitadores
Gracias a ellos la
4SIETE es posible: Secretaría Nacional de la Clase, AEF, Concejalía de Deportes
del Ayuntamiento de Los Alcázares, C.N. Mar Menor, La Cueva de la Cerveza,
Carnicería Matilde, Stunts Shop, Snail Sails, nuestro equipo de jueces y
voluntarios y nuestras familias.
Poniendo nombres,
que se lo merecen: Xavi, Paco, Maria Dolores, Damián, Maribel, José, Juanma,
Giuseppe, Javi, Juan Carlos, Merche, Jaimón, Andrés, Pepe, Niño, Alfonso,
Guille, Pili, Brian, Juan Domingo y las esposas de infinita paciencia.
La
despedida
Hasta el año que
viene. Y mientras tanto, citando a Jack Kerouac, “vive tu memoria y asómbrate”.
TODAS LAS FOTOS DE JOSEP PIÑA/AEF
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