foto: Benito Oliveira
“Hay otros mundos pero están en este”. Paul Éluard
Planeta Galiza: Informe 001#67YUT
Planeta Galiza está al mismo
tiempo tremendamente lejano y viscosamente próximo. Probablemente se encuentre
en nuestra misma galaxia y contenga organizaciones sociales y económicas
semejantes, incluso entes vivos de similar ascendencia. Pero no debemos dejar
que esto nos engañe.
Planeta Galiza tiene
su propia fisonomía, sus propias pautas climáticas. En estos meses en los que
aquí es difícil respirar, quizás producto de un déficit de oxígeno originado
por una respiración nostálgica (del invierno) frecuente y de alto consumo, allí
el aire es fresco y nutritivo, con una fuerte presencia oceánica entre sus
componentes. Una misma temperatura, medida objetivamente, significa fresco
(incluso frío) aquí mientras que allí supone una ola de calor preocupante. Mientras
que aquí prácticamente tenemos dos estaciones en un año, allí se pueden dar las
cuatro en un solo día.
Planeta Galiza implica su propia personalidad
alienígena (del latín, nacido en otra parte) y, por lo tanto, unos hábitos
particulares en sus habitantes. Estos son extremadamente parecidos en su
exterior a nosotros pero a la vez muy distintos, como si estuvieran cosidos de
otra manera. Aquí y allí conducimos durante horas con el objeto de remojarnos,
pero mientras que allí tardan una hora en cubrir el trayecto entre dos puntos
separados por menos de 40 km, aquí en dos horas te has tragado más de 200 kms.
Además, en ambos mundos nunca el objetivo está plenamente asegurado, más bien
lo contrario, pero mientras que allí el premio gordo puede ser la sesión de tu
vida, aquí acabes marcándote un freestyle o un surfing mediometrista y dando
gracias a Belcebú por haber pillado cacho. Mientras que allí una sesión con
diez tíos o más se considera una aglomeración poco menos que insoportable, aquí
eso se considera un baño en solitario. De esta misma forma, el vino -aunque
espléndido- tiene pocos grados, la gastronomía -aunque fabulosa- se rige por
parámetros cuantitativos inclasificables y sus habitantes han hecho de la
imprecisión dialéctica un arte consumado por el amor a la perífrasis.
Fotos: Benito Oliveira
Planeta Galiza también está
bañado por el mar. Pero es un mar regido por una escala diferente. Mareas
notables, playas sobredimensionadas y olas incomprensiblemente agigantadas.
Allí la graduación coloquial usada para medirlas es la siguiente: pequeñas,
tamaño persona, medio mástil, altura de logo, mástil y grande. Si nosotros
aplicásemos esa regla a nuestra zona obtendríamos que aquí (casi) nunca tenemos
olas. Triste y esclarecedor.
Lógicamente, esto acarrea serios
problemas de adaptación…
Fotos: SuperIsa
Desembarque:
El Exiliado no perdono una sola ola en todo el viaje:
Fotos: SuperIsa
Mais Fotos:
Fotos: SuperIsa / Benito Oliveira
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5 comentarios:
o_O nene quien pillara esas ondas!
Qué gusto da ver que no perdeis comba! "Me se ha quedao arretinao ver esas olas tan limpias"
Hola zagalinnes...
la verdad es que en estos tiempos de escasez reconforta saber que tan solo a 1000km tenemos nuestro propio Hawai... y encima con queso de tetilla!
Joseal, ¿cómo lo has sabido?, también navegamos en Salta Comba!!!
besites
Planeta Galiza, me ha gustado mucho la entrada. Otra cosa que me encanta de nuestro planeta es lo blanca que está la arena y lo fresquiña y limpia que está el agua, casi dan ganas de bebela... Hasta la próxima centauros!
Hola Magnum, me alegro de que a un "alienígena" gallego le guste, jejej.
El otro día viendo fotos en ferrolwindsurfer me quede pasmado... ¿puede ser que coincidiésemos un día por Ferrol?...
Si es así, siento no habernos saludado... la próxima vez será...
Ese día fue uno de los mejores del viaje... precioso spot.
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