Llegar tarde debe estar escrito en el código genético de mis células. A fuego.
Y es que ya hacen MESES que debía estar escrito este post. Mea culpa. Sin que suene a excusa, yo también fui víctima de esta incertidumbre de final de curso que parece haber contagiado a la vieja Europa. Pero es verdad que no podemos estar más tiempo lamiendo heridas y ya es hora de, como bien han dicho, darle al tema.
La familia Hernandez Bolarín también hizo su visita sarda. Contarla sería un titánico esfuerzo para la memoria, así que escribiré con pinceladas:
- Muchas gracias a Luca, María y Jaime por ese trozo de suelo. Gracias a vosotros ya hemos tachado un pedacito más de mapa y pudimos visitar una isla cuya belleza desconocíamos.
- El windsurf y el surf fue más bien modesto. Pude navegar bien un día en Alghero en el superspot de la Maddalenetta. Sin ola, claro. Luego probé un un par de planeos en la Ciaccia. La tabla de surf ni la mojé. Además tuvimos que compartir material porque la Huelga General me impidió transportar el boardbag. A la postre, me salió bien.
- De las excursiones, quiero destacar la que hicimos el primer día al archipiélago de La Maddalena. Un lugar donde disfrutamos tantísimo y que -como siempre pasa- no pudimos inmortalizar porque olvidamos la cámara.
- Y por supuesto no podemos olvidar el apartado gastronómico. ¡Qué bien se come en Italia! Metropizza, gelati, cornetti di panna e cioccolato , pizza di nutella, spaghetteria, farinei...
En conclusión, me quiero ir de viaje ya, y qué hambre tengo, coupon!
1 comentario:
ay, che ricordi,
ay, la mia sardegna
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