Autovías de 8okm/h, carreteras solitarias, verde y paisajes olvidados,
como una vuelta a otros tiempos, donde el urbanismo no lo era todo
sonrisas, sonrisas y más sonrisas
picos que aparecen y desaparecen,
olones, espumones
nervios, muchos nervios
el corazón que palpita
por querer estar en el sitio bueno,
por querer coger la mejor ola
y por no hacer el ridículo ante todos estos seres nuevos
bondadosos, pero nuevos a fin de cuentas
en unas salidas llenas de rocas por todos lados
en un sitio desconocido.
cámaras que no funcionan como uno quisiera
fotógrafas con todo el amor del mundo
y luca que mira
desde su pequeño mundo
ausente de todo
pero feliz
en fin,
le necesaria adaptación
Costa Nord. La Ciaccia
3 comentarios:
Yo ya estoy abonado a esta nueva serie centáurica... ¿Y tú?
Ay Jaime, qué bien te lo vas a pasar. Baci a Luca e Maria
me encanta comprobar que las olas de Sardolandia son como mi ahijado: gorditas y nobles...
Que ganas de ir, minchia!
Hola, jaimelóm que bien te sienta la paternidad. trabajo, mujer e hijo, viento y olas, quien pide más...
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