martes, 2 de diciembre de 2008

It´s the final countdown: DIA 92





Tras la Noche de Las Narices Verdes el día se presentaba convulso y movido. Viajes al cuarto de baño, vuelta renqueante a la cama, llamadas y mensajes de la murcianada menos resacosa, nuevos viajes al cuarto de baño, vuelta a la cama, pesadillas terrorificas en las que me encuentro en pleno plató de Canal 7 con el histriónico Antonio Hidalgo vestido de neopreno rosa, vuelta al baño... Ay.

Cuando parece que la cosa se apacigua y el taladro que me machaca el cerebro baja de revoluciones, intento procesar e interpretar la información recibida: en Calblanque parece que la cosa está hardcore, pero solo de pensar en bajar la cuesta ya me dan ganas volver al baño; por otro lado mi socio se ha liado la manta (de neo-explorador) a la cabeza y se dirije a los confines de la tierra; por último, los mensajes desde mazarrock son confusos con varias subidas y bajadas de viento en poco tiempo. Para colmo de males, Jaimo el Responsable, sin resaca y sin ningún baño contabilizado en toda la semana anda apremiándome. Hacemos un amago de salida que tenemos que abortar por la conducción pandillera de jaimito y que mi despedazado estómago no consigue soportar. Vuelta al punto de salida.

Por fin, y tras haber conseguido dormir veinte minutos, parece que la cosa se clarifica. Es tarde, y parece que el viento esta bastante de oeste, asi que cabe la posibilidad de que en Calblanque no este entrando, además, el ultimo mensaje de Mr Blond es que la Azohía esta para 4.7. Nuestras descentradas mentes lo ven claro: nos vamos de ruta a Mazarrón.

El sol está bastante bajo y el miedo a fallar nos va atenazando todo el camino. Hasta el último instante no sabemos si sopla o no. Doblamos un cabo bajo el que los surfers desenrollan una bonita ola achocolatada y, ahora si, ya no hay duda, la borregada nos confirma la intensidad del poniente que barre la bahía. Acercándonos en dirección paralela a la playa distinguimos unas velas enjugascadas con grandes y desordenadas series que blanquean el mar. Cuando llegamos El Matador ya se está fuera del agua con cara de no haber pegado ojo en toda la noche (de hecho así fue, canalla), al instante Juanjete también se sale y solo Mr Blond se pierde entre las series bastante lejos de la playa.

Montamos 4.7 con ansiedad, dado que Mr Blond apunta que fuera está para 4.2 pero que la orilla esta bastante desventada. Uf, sería una putada haber llegado hasta aquí y no poder pasar las rompientes por falta de vela. 4.7. Es la medida.

Jaimo ya está en el agua y se le ve con ganas destruyendo cuanta pared se le pone por delante. Yo me entretengo un poco mas mientras me aclaro con mi vela nueva. Al rato, y ya en el agua, por fin, algo de tranquilidad: series bastante gordas, rachas para 4,2, buenas rampas para saltar y unos picos amables que se dejan golpear por un extraño como yo. Esto si. Es un nuevo amanecer.

Aunque solo quedan unas horas de luz el día comienza ahora.





6 comentarios:

AndyS dijo...

Déjate de vientos y nárranos la party a los que no "pudimos" ir.Alguna foto ilustrativa ayudaría a entender mejor lo que allí aconteció.

lujo berner dijo...

se supone que el lúcido narrador de la parte nocturna es el Tragapeces... aunque ya sabes que le cuesya ponerse en marcha...

ay

José Alfonso dijo...

¿Quién es el tragapeces? No me entero de "ná". Parece que no fuí a la cena, joé!
Ahora, que las nenazas se fueron para Mazarrón y los machirulos nos quedamos en Calblanque, partiéndonos el pecho...

Peri dijo...

Andrés, yo tengo fotos, en breve estarán por la red, pero antes tengo que negociar la publicación o no de algunas de ellas, ya sabes, la noche es siempre traicionera....y yo necesito una vela nueva...Kamicace tiembla.

lujo berner dijo...

virgensanta!

entre pechoslobo calblanquistas y paparazzi estorsionadores estamos apañaos...

donde ha ido a parar la legendaria nobleza del windsurfer murciano?

Peri dijo...

No, no Luis, eso si que no lo admito, estorsionador pase, pero paparazzi, no, eso fue otro con cámara ajena. Bueno en breve fotos, como diría lucho, Ay.