jueves, 11 de diciembre de 2008

Ich bin euer SUPestar

Puente de diciembre 2008.

El mapita del windfinder es azul oscuro, azul marino, azul celeste, azul mar y azul cielo en toda la península a excepción de los tonos verdes y naranjas que arañan las costas gallegas y la parte central del mar de Alborán, casi en la costa almeriense.

En el mundo de las artes plásticas, lo contrario a azul es anaranjado o naranja (colores complementarios) y en el círculo cromático, éstos dos colores están ubicados diametralmente opuestos.
Su repercusión en el mundo del windsurf también esta claro, viento-no viento.

El frió del demonio que esta haciendo (creo que me estoy haciendo mayor, no recordaba haber pasado jamás tanto frío como este invierno) y la pereza conductora después de dos semanas bastante cansadas son razones suficientes para descartar cualquier intentona gallega barajada por los cabecicas níspero de Lui y Le Brux. El puente será local y las expectativas de baño son escasas.


El jueves por la noche, por alguna razón me acuesto por primera vez en muchos
días sin los pies helados. Para mañana hemos acordado un viaje de ida y vuelta al rosita después del curro, a pesar del parte dudoso. Las ganas nos pueden y quizás sea el único baño del puente. Además contamos con Juanji y su nueva SUP AHD Sea Lion pendiente de superestreno y de la suposición de que al menos haya olas.

Después de 200km de llamadas sin respuesta a MrBlond y a Gonzalo, una bolsa de anacardos fritos del LIDL (buenísimos), mandarinas, pan queso y jamón, galletas de las que le gustan a Lui y a Juan y muchas conversaciones y silencios, llegamos al rosita, cielo plomizo, calima o como se llame en Almería y ni una pizca de aire.

Al menos hay olas y la sea lion quiere guerra. Rápidamente Juanito se pone el neopreno, agarra la sea lion por donde puede, remo incluido y se tira al pasillo antierizos. Los primeros 5 minutos son increíbles, Juan no es capaz de ponerse ni siquiera de rodillas, nos mira con cara de espanto y nos asalta la duda, no será esto del SUP más difícil de lo que pensábamos.

Juan pasa al remado clásico para pasar la rompiente y Lui se tira al agua con la tabla de surf para acompañarle, no paran de sacar y meter los brazos pero ninguno avanza y se dirigen a toda pastilla arrastrados por la corriente hacia la izquierda del pico del rosita. Al poco estoy en el agua, junto a ellos 200m a sotavento. Imposible coger nada. Natación y para la playa.


Apesadumbrados, nos metemos en la furgo y decidimos acercarnos al otro pico que hay más a la izquierda. Ahora me toca a mí enfrentarme a la sealion. Primer intento de ponerme de pie y de cabeza al agua. Si que es jodido esto. Después de media hora consigo coger un par de olas tumbado en formato clásico, súper fácil. Una ola larguisima y tranquila, para mirar el paisaje sin contemplaciones.El resto de la tarde rotamos con el material, Lui engancha alguna ola muy buena y oigo los gritos de Juanito disfrutando.

El día se apaga y los últimos coletazos del sol impactan en las olas generando una tonalidad rojiza global solo interrumpida por la sombra negra de Lui en el fluir vital.

Después de una noche ajetreada digiriendo salchichazas, cebollas con brandy y alguna copa garrafonera los zagales vuelven al ataque. La boya marca 0,6 y bajando, hace un día esplendido y Juanito tiene que aprovechar su viaje relámpago. Esta vez la cita es en Portman.




Cuando llego la cosa esta un poco floja pero se ven algunas líneas en el horizonte. Juanito progresa con la sea lion, ya no hay secretos, al menos en los desplazamientos de rodillas. Veo a Lui coger alguna olilla coqueta, suficiente para calentarme y enchufarme el neopreno a toda prisa. Una vez en el agua el asunto esta más bien jodido, series pequeñitas que tardan en entrar y una vez que consigues enganchar alguna apenas te da tiempo a colocarte antes de que rompa. Aun así el baño es de los buenos, risas viendo a los zagales intentando mantenerse de pie sobre la sea lion, desarrollando posturas imposiblles, un par de olillas buenas y un sol tremendo que calienta las entrañas



Antes del fin de la sesión es el turno para un segundo enfrentamiento con el mundo del SUP. Las heridas en los pies generadas por abusar del remado de rodillas del día anterior hacen impensable esta postura, por lo que directamente hay que enfrentarse a la sea lion de pie. Aunque me encuentro bastante más cómodo que en Almería, es increíblemente cansado mantener el equilibrio y los chapuzones se suceden. Casi sin darme cuenta consigo pegar una par de remadas en el buen sentido (ola abajo) y de forma mágica la tabla empieza a fluir. Minchia, cojonudo esto del SUP.

Pillo una olilla más y mis gemelos empiezan a resentirse. Mi estomago pide a gritos caldero.

4 comentarios:

Anton dijo...

A mi ya me tenía pinta de complicada. Yo tengo algo más tirando a SUP (220 litros) y al principio a la gente le cuesta bastante.

De todas formas, lo suyo será probarlo con vela, que es como creo que se podrá disfrutar más.

Al final por Galicia el sábado muy bien. Un día de los que hacía tiempo que no se veían en la Lanzada.

Saludos!

lujo berner dijo...

¡Great Relatus Jai!
y que calderaco nos comimos!
y que 2 puestas de sol 2!

Ay, Antón, ay... La Lanzada que gran sitio... antes o despues volveremos a caer por alli...

Anónimo dijo...

si....yo probé algo de ese caldero por la noche...

Ameise dijo...

ich weiss nicht, Jai, was meinst du mit "euer"...
aber bist sicher mein SUPestar, also, eigentlich... du und die wunderbare Lui und Jonsee, der SUPerfahrendes Surfer aus Madrid.
Me encanto el relato!!!