
Dicen que desde la península itálica hasta las playas de Cádiz, no hay windsurfista que no haya oído hablar de él. Como en una de esas viejas historias de marineros, son muchos los que afirman haberlo visto en sus playas: rostro que envidia el mismo Apolo, hercúlea sombra que atemoriza tempestades, rizos dorados prestados del Sol… Créanme. Es imposible no conocerlo.
Capitán de barcos y pasiones, maquillador maquillado, windsurfista radical.
Conquistador y hereje , incondicional amigo e incansable sentidor.
Niquelador de ratos, forwardizador perpetuo y sexocolonizador de spots.
De padre gallego y madre de Graná. Mallorquín de nacimiento, murciano en adopción y almeriense con poniente. Ahí es ná.
Aquí lo verán en uno de sus no-home spots. De paso, y si me lo permiten, incluyo algunas mías.
Disfrutemos de él mientras estemos a su lado…